¡Que se nos va la Pascua, mozas, Que se nos va la Pascua!
Mozuelas las de mi barrio, Loquillas y confiadas, Mirad no os engañe el tiempo, La edad y la confianza. No os dejéis lisonjear De la juventud lozana, Porque de caducas flores Teje el tiempo sus guirnaldas.
¡Que se nos va la Pascua, mozas, Que se nos va la Pascua!
Vuelan los ligeros años, Y con presurosas alas Nos roban, como harpías, Nuestras sabrosas viandas. La flor de la maravilla Esta verdad nos declara, Porque le hurta la tarde Lo que le dio la mañana.
¡Que se nos va la Pascua, mozas, Que se nos va la Pascua!
Mirad que cuando pensáis Que hacen la señal del alba Las campanas de la vida, Es la queda, y os desarman De vuestro color y lustre, De vuestro donaire y gracia, Y quedáis todas perdidas Por mayores de la marca.
¡Que se nos va la Pascua, mozas, Que se nos va la Pascua!
Yo sé de una buena vieja Que fue un tiempo rubia y zarca, Y que al presente le cuesta Harto caro el ver su cara, Porque su bruñida frente Y sus mejillas se hallan Más que roquete de obispo Encogidas y arrugadas.
¡Que se nos va la Pascua, mozas, Que se nos va la Pascua!
Y sé de otra buena vieja, Que un diente que le quedaba Se lo dejó este otro día Sepultado en unas natas, Y con lágrimas le dice: «Diente mío de mi alma, Yo sé cuándo fuistes perla, Aunque ahora no sois caña.»
¡Que se nos va la Pascua, mozas, Que se nos va la Pascua!
Por eso, mozuelas locas, Antes que la edad avara El rubio cabello de oro Convierta en luciente plata, Quered cuando sois queridas, Amad cuando sois amadas, Mirad, bobas, que detrás Se pinta la ocasión calva.
¡Que se nos va la Pascua, mozas, Que se nos va la Pascua!