Sola, en el invierno azul la muerte rompió el velo. Sola, me quedé sin luz, sin vida y sin consuelo. Sola, desheredada y sin dinero. Sola, como una estrella que cae del cielo. Sola, frente a un abismo que habita el miedo. ... Le vi por primera vez, una tarde en un café. Y sucedió. Ganó el amor. Viví una ilusión, cuento del corazón. Después marchó sin un adiós. Sin un adiós.
Sobreviviré, y aunque la vida me aseste su golpe mortal, y aunque las noches de niebla me impidan mirar, y esta vida que tengo y que es la mía.
Sobreviviré, y aunque la llaga del tiempo me quiera matar, y aunque la pena me ahogue en cada despertar, sobreviviré, a esta vida que tengo y que es la mía