La hija del fletero, linda infinita volvió a Madrid, donde parece que es feliz ese día me mando al descenso recuerdo como su mirada me volteó Pero dos que se quieres, se dicen cualquier cosa Ay ! si pudieras recordar sin rencor. En mi buzón hay un par de cartas suyas fueron juntándose y no tengo el valor... Todavía su amor me descargas (nunca tuvo higo seco junto a mi) Pero a los ciegos no les gustan los sordos y un corazón no se endurece por que sí No calentás la misma cama por dos noches me reclamaba y no la quise oír hice de todo por impresionarla y dejé huérfano todo su penar No me gustó como nos despedimos daban sus labios rocío y no bebí Sopa de almejas es todo lo que como (Siempre fui menos que mi reputación)