Mi bañera, qué buena sala de espera, qué buen lugar de trabajo, ¡ay!, donde siempre me relajo.
Y mi patito, va navegando hacia la orilla que se ha formado en mi rodilla gracias a tanto jabón.
Y quisiera, que en vez de agua fuera cava y de rectángula a ovalada pasara en un santiamén.
Quien me quiera que me compre una bañera, que me instale azulejos con motivos tropicales. ¡Ay, ay, ay, ay!
Y entre espuma, calibro mi peso pluma. Y el agua que me aligera, rebosará mi bañera, caerá fuera.
Y la esponja bordea todas mis curvas, visita mis recovecos llenita de agua y jabón.
Quien me quiera que me compre una bañera, que me instale azulejos con motivos tropicales y cristales que se empañen con el vaho, donde pueda escribir y borrar.