Me acobardó la soledad y el miedo enorme de morir lejos de ti... ¡Qué ganas tuve de llorar sintiendo junto a mí la burla de la realidad! Y el corazón me suplicó que te buscara y que le diera tu querer... Me lo pedía el corazón y entonces te busqué creyéndote mi salvación...
Y ahora que estoy frente a ti parecemos, ya ves, dos extraños... Lección que por fin aprendí: ¡cómo cambian las cosas los años! Angustia de saber muertas ya la ilusión y la fe... Perdón si me ves lagrimear... ¡Los recuerdos me han hecho mal!
Palideció la luz del sol al escucharte fríamente conversar... Fue tan distinto nuestro amor y duele comprobar que todo, todo terminó. ¡Qué gran error volverte a ver para llevarme destrozado el corazón! Son mil fantasmas, al volver burlándose de mí, las horas de ese muerto ayer...