Puedo escribir y no disimular es la ventaja de irse haciendo viejo no tengo nada para impresionar ni por fuera ni por dentro.
La noche en vela va cruzando el mar porque los sueños viajan con el viento y en mi ventana sopla en el cristal mira a ver si estoy despierto.
Me perdí en un cruce de palabras me anotaron mal la dirección ya grabé mi nombre en una bala ya probé la carne de cañón ya lo tengo todo controlado y alguien dijo no, no, no, no, no que ahora viene el viento de otro lado déjame el timón y alguien dijo no, no, no
Lo que no llegará al final serán mis pasos, no el camino. No ves que siempre vas detrás cuando persigues al destino.
Siempre es la mano y no el puñal nunca es lo que pudo haber sido no es porque digas la verdad es porque nunca me has mentido.
No voy a sentirme mal si algo no me sale bien he aprendido a derrapar y a chocar con la pared que la vida se nos va como el humo de ese tren como un beso en un portal antes de que cuente diez.
Y no volveré a sentirme extraño aunque no me llegue a conocer y no volveré a quererte tanto y no volveré a dejarte de querer dejé de volar me hundí en el barro y entre tanto barro me encontré algo de calor sin tus abrazos ahora sé que nunca volveré.