Siempre que te pregunto, qué cómo, cuándo, y dónde, tú siempre me respondes, quizás, quizás, quizás. Y así pasan los días, y yo desesperando, y tú, tú contestando, quizás, quizás, quizás.
Estás perdiendo el tiempo, pensando, pensando, por lo que tú más quieras, hasta cuando, hasta cuando. Y así pasan los días, y yo desesperando, y tú, tú contestando, quizás, quizás, quizás.