Yo siento en el alma, tener que decirte, que mi amor se extingue, como una pavesa. Y poquito a poco se queda sin luz.
Yo sé, que te mueres, cual pálido lirio. Y sé que me quieras, que soy tu delirio. Y que en esta vida también he sido tu cruz.
¡Ay, amor! ¡Ya no me quieras tanto! ¡Ay, amor! ¡No sufras más por mí, que si no más sólo sé causarte llanto. ¡Ay! ¡Amor! ¡Olvídate de mí! Que me da pena que sigas sufriendo tu amor desesperado. Yo quisiera que tú encontraras en la vida otro querer, otro amor, que te diera la dicha, que yo no te he brindado. Y poderme alejarme de ti, para nunca más volver.
¡Ay, amor! ¡Ya no me quieras tanto! ¡Ay, amor! ¡Olvídate de mí, que si no mas solo se causarte llanto. ¡Ay, amor! ¡Olvídate de mí!