Un día gris llegó tu hastío y en mi alma no quedó sino el vacío de los días tan felices que vivimos, de los sueños fugitivos del ayer; no sé ni a dónde iré.
Has de saber lo amargo que es mi llanto, mi tristeza, mi dolor, mi desencanto. No has de saber lo mucho que he sufrido sin cariño, sin amor, sin un amigo.
Amanecer de nuevo entre tus brazos, sentirte aquí, junto a mi corazón, poder vivir la luz de nuevos días es la razón, por la que esperaré que vuelvas otra vez.
Busco tu amor y busco en vano, solo encuentro soledad entre mis manos; bebo vino que entorpece mis sentidos y adormece esos días de dolor. No tengo ya valor.
Como un ladrón recorro nuestra casa, el salón, el jardín, nuestras acacias, el camino tantas veces recorrido que recoge mis lamentos y tu olvido.
Amanecer de nuevo entre tus brazos, sentirte aquí, junto a mi corazón, poder vivir la luz de nuevos días es la razón por la que esperaré que vuelvas otra vez.
Amanecer de nuevo entre tus brazos, sentirte aquí, junto a mi corazón, poder vivir la luz de nuevos días es la razón por la que esperaré que vuelvas otra vez.