Lo arriesgaría todo, ya no hay nada que perder, y resignado sé que en el infierno voy a arder. Ya no intento escapar, perdí las ganas de correr. Con las fuerzas que me quedan me voy a defender. Ser feliz a mi manera es algo que cuesta comprender para quien no comparte esta trinchera. Yo solo contra el mundo y al revés. Aquí no hay más de lo que ves: desordenes mentales, soledad y algo de estrés, algunos temas sin coro pa' escuchar cuando cumpla treinta y tres. Serán como un recuerdo del ayer, siempre ahí pa' recordarme lo que este niño fue, junto a los discos de Shotta, Portavoz y Cevlade. Hoy sé bien que la poesía es sangre, algo que nunca olvidaré. Política personal, las equis nunca me borré pero sin duda la etiqueta me arranqué. Ser juzgado cansa hasta que uno dice amén. Yo sigo en mi camino, persiguiendo mi destino, que aunque vengan desatinos me mantengo fuerte y vivo, consecuente en lo que digo. Y no, no me arrepiento de nada, mis errores hoy me han hecho como soy, de ellos aprendí bastante, me conozco mejor. Hoy muestro el corazón, mañana estaremos muertos en algún lugar peor. Y sé que la prisa por vivir es un error. La vida sólo es una, hay que saber disfrutarla aunque le falte color. Nacemos y empieza nuestra agonía, ya lo dijo Arturo Accio, es por eso que yo camino despacio. Me mantengo reacio ante el mundo que me rodea, y tropezar no es dejar de avanzar, caer no va a pasar. Por aquí hay más para dar desde el paladar, situaciones para amar, para odiar y cosas por el estilo que nunca van a cambiar.