Ya no me cuesta abrir los ojos, veo con claridad cada despojo, abrazado al color rojo. Tú no me conoces man, yo no te conozco; así que júzgame, déjate llevar por la apariencia, déjate llevar por lo que cuentan. Aquí falta paciencia. Hace tanta falta un dios que nos ayude a afrontar las consecuencias. Sobran carencias pero hace falta amnesia, hacen falta provisiones para decorar la mesa. ¿Y que ha pasado? Estando amordazado estos son versos honestos de un joven desesperado. Hermano yo no, no voy a hablarte en positivo si estoy muerto estando vivo, aunque me mantengo activo, sigo, para ti va esto que escribo. Estando exiliado de mi mismo no quise ser otra presa. Escritos para evitar un disparo en la cabeza. Escritos sin más donde este niño se confiesa. Un ser de luz que en lo oscuro se manifiesta. Ya no me cuesta abrir los ojos. Esto apenas empieza. Miro a mi alrededor mientras coloco cada pieza. Alerta como siempre, aún así el ruido me increpa. Yo sé que estoy loco, pero loco a mi manera. Hay una guerra en mi interior mucho peor que las de afuera. Yo sé que estoy loco, pero loco a mi manera. Yo construyo destruyendo, sé que puede que me entiendas.