Pintó tus ojos el azabache de una pena. Gitana buena, yo vi tus lágrimas de amor. Caminos blancos, fueron pañuelo de tu llanto y acongojaron tu corazón.
Gitana rusa, no lo hallarás por las tabernas, ni en las estepas, ni en las calles del dolor. Gitana triste, serás más triste cuando sepas que tu gitano se arrojó una noche al Don...
Las balalaicas buscaron música en tus trenzas, y los cosacos cantaron a tu soledad. Tus ojos negros estaban lejos de la vida ya no querían volver a amar.