Sangraba en la noche, su canto de angustia, Tus labios temblaban de intensa emoción, Estrofas dolientes, humildes y mustias Colgó del alero del viejo portón. En sombras envueltos, sin más compañía, Que el dulce recuerdo de un hondo querer, Así su guitarra, profunda gemía Vibraban sus cuerdas, como una mujer.
Súplicas del viento, voces de los llanos Rezos angustiosos, quejas de dolor, Pájaro errante que una primavera Como un sol de fuego chamuscó el amor. Fuerte el cariño, como un algarrobo Que un hachazo al tiempo, fácil lo partió, Y hoy en el silencio largo de una ausencia Llora una guitarra, junto a su cantor.
¡Te quiero!, susurran, a orillas del río Las largas melenas, del sauce llorón, Florecen los ceibos que moja el rocío Tristón en su rojo, como un corazón. Las aves y el viento musitan: ¡Te quiero! Te dicen cantares con santo fervor, Mas yo en mi silencio, paciente te espero Y rondo en tu vida como un girasol.