Te perdiste del rincón natal tras un sueño de distancia Sin pensar que allá quedaban los seres que te amaban y yo con mi constancia… ¡Agonía de vivir sin vos y morir en el camino. Y marché, dejando atrás la maldición sobre los dos… ¡Y éste es el pago que me das!
Ahora no me conocés… ¡me borro tu ingratitud!… Aunque dejés mi alma trunca, no podrás olvidar nunca lo de nuestra juventud…
¡Algún día llorarás todo el daño que me hacés!… Te busqué sin darme paz, por cariño nada más… ¡Y ahora no me conocés!..
¡No se juega con un corazón como vos lo hacés conmigo!.. ¡No pongas el gesto huraño! Buscarte fue mi engaño y hallarte mi castigo…
Yo no sé cómo podés fingir este asombro en mi presencia. Yo, que soñaba esta ocasión, te vi pasar, te oí reír… y se hizo trizas mi ilusión!