(Rolando Alarcón) La sirena está llorando a las orillas del mar por el amor de un marino que no la vino a buscar. De viento será su llanto, de viento, oro y sal, a las orillas del mar.
La sirena está llorando su pena y su soledad. Las promesas que le dieron ya no se cumplirán más. En otros lejanos mares la olvidaron al pasar, su pena y su soledad.
Un barco de velas negras entra al puerto sin tardar. La sirena le saluda pensando en su soledad. Pero es un barco pirata, trae muerte y ansiedad. Entra al puerto sin tardar.
No es el amor que regresa, es la muerte que se va. Ya van flotando sus velas negras cual la tempestad. La sirena se ha dormido en el fondo de la mar. Es la muerte que se va.