Duerme tranquilo el guerrillero, quizás pensando, quizás soñando: ¿En qué tierra me van a matar, bajo qué árbol me van a enterrar?
Ni las nubes ni los vientos en la selva americana lo separan del recuerdo de la amada tan lejana. Su fusil vigila alerta, la esperanza está dormida. Duerme, sueña, guerrillero, sobre tu tierra querida que si la noche está negra tu mañana será mía.
Duerme tranquilo el guerrillero, junto al arroyo su pensamiento en la tierra que él sueña salvar; y la muerte lo viene a encontrar.