!Ay Aurora¡, me has echado al abandono. Lo, que tanto y tanto te he querido y tu negra traición me echó el olvido !ay Aurora¡ si te amo todavía.
Mas yo no puedo castigarla como debo esa falsía !castígala, Señor con toda tu energía¡ que sufra mucho pero que nunca muera !ay Aurora¡ si te amo todavía.
Más no pretendas recuperar el trono que tenías en mi pecho y lo has perdido hasta el fondo del alma me has herido y del fondo del alma te perdono.
Mas yo no puedo castigarla como debo esa falsía castígala, Señor, con toda tu energía; que sufra mucho, pero que nunca muera !ay Aurora¡ si te amo todavía.
!Ay Aurora¡, me has echado al abandono. Lo, que tanto y tanto te he querido y tu negra traición me echó el olvido !ay Aurora¡ si te amo todavía.