¡Ea Judíos, a enfardelar! Que mandan los Reyes que passeys la mar.
Yo en estando en la mi camà, durmiendo como solia. Tomì viguelita en manò, temblìla como solìa. ¿Dónde me fuera temblalá? en casa de mi amiga. Abre, la dije, mi almà, abre, la dije, mi vida. El niño tengo en los brazos, si abrò despertaria. Pónle un higuito en la manò, de suyo se venseria. Las puertas tengo y de piñò, si abro rechinarìa. Echa vinagre en los quicìos, de suyo se abrirìa.
El mal viejo está durmiendo, si abro despertarìa. Échale trapos al viejò, el sueño le venseria. Ellos en estas palabras, el viejo despertaria. ¿Que tienes tu, la mi mujer, que te veo y sofocada? Con el hijo de la vesina, que me trujo el pan quemado. Te vea yo, la mi mujer, en un patin ladrillado. Te veas tu, el mal viejo, con las cien hozmas de lena. Con las cien hozmas de lena, al forno vayas quemado.