Aunque hoy me desgarres el alma, no perdí la fe ahuyentando rencores, desmintiendo rumores que hielan mi piel, qué me importa lo que diga la gente, antes muerta que llegar a creerles, das sentido a mi vida, aunque yo sea le mentira que te divierte, me hago fuerte enredada en tus brazos, cada noche que vuelvo a verte, en tus ojos el rumbo perdí, la cordura, mis ganas de huir de unos labios que a veces en silencio parecen fingir.
Demasiado amor para olvidarte, para este corazón cobarde, demasiado amor para sobrevivir todo el dolor que nadie sabe, lágrimas de coraje, por este ciego amor, que no se va a rendir, aunque me falte el aire aunque lo nuestro se acabe.
Si es amarte un error, mi pecado, yo así lo elegí, hoy prefiero el infierno mil veces, que la luna en un cielo sin ti, en tus ojos el rumbo perdí, la cordura, mis ganas de huir, de unos labios que a veces, en silencio, parecen fingir.
Demasiado amor para olvidarte para este corazón cobarde, demasiado amor para sobrevivir todo el dolor que nadie sabe, lágrimas de coraje, por este ciego amor, que no se va a rendir, ¡aunque ya te dé igual! Cuéntales tú la verdad, diles que no hay nadie más, ¡estoy harta de oír sus mentiras!