El rey de Francia tres hijas tenía. La una labrava, la otra cusía, la más chica de ellas bastidor hacía. Labrando, labrando sueño le caía. Su madre que la vía, aharvar la quería.
– No me aharves mi madre, ni me aharvarías Un sueño me soñaba, bien y alegría. – Sueño vos soñabas, yo vo lo soltaría. – Me aparí a la puerta, vide la Luna entera. Me aparí a la ventana, vide la estrella Diana. Me aparí al pozo, vide un pilar de oro con tres pajaricos picando el oro.
– La Luna entera es la tu suegra. La estrella Diana es la tu cuñada. Los tres pajaricos son tus cuñadicos. Y el pilar de oro, el hijo del rey, tu novio.
El rey de Francia tres hijas tenía. La una labraba, la otra cosía, la más chica de ellas bastidor hacía. Labrando, labrando sueño le caía. Su madre que la veía, regañarla quería.
– No me regañes mi madre, ni me quieras regañar, un sueño me soñaba, bien y alegría. – Sueño tú soñabas, yo te lo aclararía. – Me asomé a la puerta, vi la Luna entera. Me asomé a la ventana, vi la estrella Diana. Me asomé al pozo, vi un pilar de oro con tres pajaricos picando el oro.
– La Luna entera es tu suegra, la estrella Diana es tu cuñada, los tres pajaricos son tus cuñadicos y el pilar de oro, el hijo del rey, tu novio.