Te levantarás despacio poco antes de que den las diez y te alisarás el pelo que con mis dedos deshilé, y te abrocharás la falda, y acariciarás mi espalda como un "Hasta mañana", y te irás sin un reproche, te perderé con la noche que llama a mi ventana, y bajarás los peldaños de dos en dos, de tres en tres.
Ellos te quieren en casa poco antes de que den las diez.
Vete. Se hace tarde. Vete ya... Vete ya.
Y en el umbral de mi puerta poco antes de que den las diez, borrarás la última huella que en tu cara olvidé. Y volverás la cabeza y me dirás con tristeza "Adiós" desde la esquina y luego te irás corriendo, la noche te irá envolviendo en su oscura neblina.
Tu madre abrirá la puerta, sonreirá y os besaréis. La niña duerme en casa... y en un reloj darán las diez.