¡Ay! mi piel que no haría yo por ti por tenerte un segundo, alejados del mundo y cerquita de mí. ¡Ay! mi piel, como el río Magdalena que se funde en la arena del mar, quiero fundirme yo en tí.
Hay amores que se vuelven resistentes a los daños, como el vino que mejora con los años, así crece lo que siento yo por ti.
Hay amores que se esperan al invierno y florecen y en las noches de otoño reverdecen tal como el amor que siento yo por ti.
¡Ay! mi piel, no te olvides del mar Que en las noches me ha visto llorar tantos recuerdos de ti. ¡Ay! mi piel, no te olvides del día que se paró en tu vida, de la pobre vida que me tocó vivir.
Hay amores que se vuelven resistentes a los años como el vino que mejora con los años así crece lo que siento yo por ti.
Hay amores que parece que se acaban y florecen y en las noches del otoño reverdecen tal como el amor que siento yo por ti yo por ti… por ti… como el amor que siento yo por ti