Sólo tu mirada pude recordar ayer, y tu suave respirar se apagó al atardecer. Sólo una mentira en el camino me bastó, tu recuerdo se me fue, tu fragancia se alejó. Ya no quiero verte. Si te encuentro por ahí, la mirada bajaré y me alejaré de ti. Poco a poco también tu perfume olvidaré, y tus besos sin amor de mi piel arrancaré. Perdón...
Se me olvidó tu nombre, no sé si era María, Encarnación, tal vez Mariana. Se me olvidó decirte que si logré olvidarte tu querer no vale nada. Se me olvidó tu nombre, hasta se me ha olvidado aquel lunar que hay en tu cara. Se lo ha llevado el viento, y tu dulce recuerdo se borró en la madrugada.
Pasará una vida y nuestro amor se borrará, como aroma que en el viento se desvanecerá. Sólo en tu memoria algunas noches estaré, cuando beses otros labios, yo te sorprenderé. Ya no quiero verte. Si te encuentro por ahí, la mirada bajaré y me alejaré de ti. Poco a poco también tu perfume olvidaré, y tus besos sin amor de mi piel arrancaré. Perdón...
Se me olvidó tu nombre, no sé si era María, Encarnación, tal vez Mariana. Se me olvidó decirte que si logré olvidarte tu querer no vale nada. Se me olvidó tu nombre, hasta se me ha olvidado aquel lunar que hay en tu cara. Se lo ha llevado el viento, y tu dulce recuerdo se borró en la madrugada.
En mi memoria no queda nada, sólo el aroma de aquella madrugada. Y en el silencio quedó tu alma sola y desnuda.
Se me olvidó tu nombre. Se me olvidó tu nombre. Se me olvidó tu nombre. Se me olvidó tu nombre. Sola y desnuda...
Se me olvidó tu nombre, no sé si era María, Encarnación... Se me olvidó tu nombre.
Se me olvidó tu nombre, hasta se me ha olvidado aquel lunar... Se me olvidó tu nombre.
Se me olvidó tu nombre, no sé si era María, Encarnación... Se me olvidó tu nombre.
Se me olvidó tu nombre, hasta se me ha olvidado aquel lunar... Se me olvidó tu nombre.