¿Qué necesita un ser humano para apartarse de sí? ¿A qué distancia está mi mano de la gente que conocí? ¿Qué le ha faltado a la verdad para quererla disfrazar? ¿Por qué un bufón llena el lugar donde hubo un sitio para amar? ¿Por qué fingimos confusión hasta acabar con la razón? En fin, no sé cómo decir que todo ha vuelto a ser normal, sólo si sé que no eres ya lo que quisiste ser.
Cuando mis ojos se hacen aire con tristeza pienso en el mar, porque mi tiempo es la distancia recorrida para olvidar. Y veo un dibujo del amor saltando a un cielo sin color, buscando un mundo por rastrear y una ansiedad, y otra ansiedad. Río del mar hecho a creyón por quien aprende a dibujar. En fin no sé cómo decir que se ha arruinado la canción, sólo si sé que no eres ya lo que quisiste ser.
Veo tus brazos, que han llevado mil adornos sobre su piel y han olvidado hasta que fueron una historia de amanecer. Y tú, en función de relucir, dejas la magia humana y vas a interpretar otro papel, fingiendo para diferir. No sé si es desesperación o humilde ya resignación. En fin, no sé cómo llamar a esa versión de un pavoreal, sólo si sé que no eres ya lo que quisiste ser.