Esta extraña tarde, desde mi ventana, trae la brisa vieja de por la mañana.
No hay nada aquí: sólo unos días que se aprestan a pasar, sólo una tarde en que se puede respirar un diminuto instante inmenso en el vivir. Después mirar la realidad y nada más
Y nada más.
Ahora me parece que hubiera vivido un caudal de siglos por viejos caminos. (1966)