Ven conmigo a mi casa, la noche da miedo. Es la boca de un lobo, hay luna nueva, ¿no lo ves?
Donde vuela el cuervo, en esa calle vivo. Donde hay luces, hay sombras, que no salga el sol. En tus manos frías, yerbas del balcón. Y un barco en la botella, así me siento yo.
Y ya te tengo en medio de la habitación. Parece un sueño, te doy el pellizco yo. Van hacia el techo burbujas de vinos que no son de la tierra.
Tú y yo en el mar de la tranquilidad. Y otra vez a brindar, qué me gusta a mí estar en el mar de la tranquilidad junto a ti.
¡Llega la luz del día tan rápidamente! Es un cuadro espantoso de palomas de la paz.
Que sin nosotros vuelan, no las quiero ver. Con la persiana hasta abajo, así estaremos bien. En tus manos frías, yerbas del balcón y algunas cartas marcadas de navegación.
Y ya te tengo en medio de la habitación. Parece un sueño, te doy el pellizco yo. Estás para quitar el hipo. ¡Es tan tonto mi truco de los sustos!
Es nuestro el mar de la tranquilidad. Y otra vez a brindar, vamos a alucinar en el mar de la tranquilidad.