"Ay, si te ven con mis hijas", dice el barquero. Ay, si te ve o si no deja de mirar. Y si ha visto que tienes poco dinero. Y si tú pasas y vuelves a pasar.
Ay que ver, ay que ver qué mal le sienta. Ay que ver, ay que ver qué mal, le sienta todo mal. ¿Y si la corriente es fuerte y nada tiene vuelta atrás?
Y si son esas las verdades, las del barquero. Y si en la orilla te sientas a charlar. Y si estuvieras en boca del pueblo entero. Y tú en la orilla, la hierba crece más.
Ay que ver, ay que ver qué mal le sienta. Ay que ver, ay que ver qué mal, le sienta mal, fatal. El barquero que la desembarque buen desembarcador será.
La lírica no ha terminado tampoco. La verdad es que me da igual. Y si pasan las hijas de largo o de corto. La verdad es que me da igual.
Ay que ver, ay que ver qué mal le sienta. Ay que ver, ay que ver qué mal, le sienta todo mal. Y si en su máximo esplendor se tumba una junto a las demás. Toma esplendor en la hierba.