Olga sigue esperando sin desesperar la luna quiere pintar el cielo de azul hora de trabajar otra noche en el club su mirada lo único que no puedes comprar
confórmate con su cuerpo no quieras mirar detrás de sus ojos, no su tristeza es mortal punzantes lágrimas a punto de brotar y una mirada que nadie puede comprar se esconde en cada lugar al que Olga no regresará