Eres el minuto en que sueño que te veo cuando me despierto. Eres el impulso, el proceso que me ayuda a levantar el cuerpo. Diez minutos de silencio, que hacen que esté tranquilo y me olvide del tiempo. Desayuno de tus besos, potencia de tu pelo, ducha de tus dedos.
Y en mis horas, nacen solas, las palabras que dispararé. Luego, tiemblo, se hace eterno, el segundo en que...
Pestañeo de un segundo, del tiempo que se tarda en entrar en tu mundo. Mirada sesenta y uno. La sábana se abre haciendo de saludo. Vistacito a tu desnudo. Con sólo una sonrisa ya me dejas mudo. Palmadita en tu culo. Paseo por tu ombligo, a tu cadera subo.
Y en mis horas, nacen solas, las palabras que dispararé. Luego, tiemblo, se hace eterno, el segundo en que...
Y en mis horas... Nacen solas... Luego tiemblo... Se hace eterno...
Y en mis horas, nacen solas, las palabras que dispararé. Luego, tiemblo, se hace eterno, el segundo en que...