En tu cielo imaginario derretiste escenarios. Y las noches de verano, de los días estrellados.
Hola, mi vida, no desconfíes de la música, no me molesta tu acento, me alucina. Si te parece, puedo pasarte a buscar, te llevo y te prometo una noche tremenda.
Yo nunca te dije que no te entendí, vos me deliraste como un “fantasy”, si te cabe que te pique como vos a mí, no pretendas que me porte como me pedís.
Son las 12 de la mañana y mordimos las manzanas, todo lo que pienses y lo que sentís, a las 7 se convierte en un infierno hostil.
Tantos, necesarios, los desastres temerarios de las noches de verano, de los días estrellados.
Hola, mi vida, no desconfíes de la música, si algo te tira te levantás. Si te parece, puedo pasarte a buscar, te llevo y te prometo una noche tremenda.
Bailo porque todavía no perdí la libertad, mientras escribo planetas, me levantás. Si te parece, puedo pasarte a buscar, te llevo y te prometo una noche tremenda.
Hola, mi vida, no desconfíes de la música, que te convierto en princesa de América. Si te parece, puedo pasarte a buscar, te llevo y te prometo una noche tremenda.
Bailo en este bondi lunático que es mi ciudad, si algo te tira, te levantás. Si te parece, puedo pasarte a buscar, te llevo y te prometo una noche tremenda.