Sueño con los días que te pudiste regresar de ese pasado tan accidental. La lluvia nos provoca lo habitual, planta nostalgias automáticas.
Viajo por los días que nacen de casualidad, suena en la radio esa canción fatal mientras el cielo más sentimental escupe lluvias para amenazar.
Qué más quisiera que robar al pasado tus horas mágicas, tus cielos nublados, pero tus ojos tienen todo el verano, no es tarde ni temprano para más.
Perdí la fe en esos “ayeres” que fuimos, voy entendiendo mientras hago el camino, mientras repito la palabra “destino”, te traigo y me imagino lo demás.
Entro y salgo de horas de nervios y tranquilidad, ninguna ausencia para lamentar, y una oportunidad crepuscular para pensar adónde aterrizar.
Sueño que regreso de donde nunca quise estar, tarda la primavera en la ciudad, la vida nos devuelve un hola y chau, y algunas almas que regresarán.
Qué más quisiera que robar al pasado tus horas mágicas, tus cielos nublados, pero tus ojos tienen todo el verano, no es tarde ni temprano para más.
Perdí la fe en esos “ayeres” que fuimos, voy entendiendo mientras hago el camino, mientras repito la palabra “destino”, te traigo y me imagino lo demás.