Quiero evitar la baldosa que baila y va y me pisa el pié el invierno. Tú me dirás que son cosas que pasan igual que pasa esta otra ambulancia. Voy a quitar todas estas zetas de el sopor que te infunden mis letras. La próxima vez que levantes las cejas de incredulidad que sea al mundo y no a mí condición de aturdido. Encuentro que todo está perdido Pero como que el mal ya está hecho lo bueno va a encontrar su oportunidad. Ahora tú no dejes que hable. Te debo un baile y no una explicación. Nunca te voy a pedir que confíes en mí.