Las ganas palpitaban, tronaban... cantaban... chillaban... en plena noche en el pecho de... Paola... oh... Paola... El tedio aquella noche era enorme, llamaba, buscaba un príncipe ideal, en cambio ya era la dama del castillo.
El tuyo es rojo relativo, no se mancha de amor y por eso canta muy dentro de ti, por tu gran soledad y porque... Venga... ámate mucho esta noche y mañana vuelve a ser quien no se divierte porque buscas algo más fácil de hacer.
La timidez salía pero huía, escapaba de noche... se diluía. En los ojos de... Paola... oh... Paola. Jugaba al escondite, se escondía, y mostraba, buscaba sus cazadores, y en cambio ya era la presa de ese bosque.
El tuyo es rojo relativo, etc...
Y no descansas ya, solos pantalla y tú (das tanta pena), teclado y alma, qué demuestro así con esto... muchas formas hay de sexo.