Huele a whiskey y soda En una esquina de la calle el silencio sucumbe Una voz tras un sombrero abre una puerta y me invita a pasar
A la taberna la familia Guarida de lo ilegal
Entro y me saludan La botella está en la barra, camarada Tomo asiento y me siento uno más de la digna rabia
En la taberna la familia Guarida de lo ilegal
Labios que se acercan Unidad, pecado y obstinación al silencio Entre el humo veo murales que invitan a reflexionar
En la taberna la familia Guarida de lo ilegal
Se entrelazan miradas de complicidad Cartas sin remite a la ciudad de la desolación Mientras tanto corre el whiskey, se brinda por un ideal Todos sois bienvenidos al destierro de vuestras fronteras!