“Veo a la ciudad despertar un día más Los semáforos tiritando, las avenidas cobrando vida Sé que tú siempre quisiste huir de aquí De las calles enfermas, de su brisa doliente Y tal vez yo siempre esperé demasiado Ya no sé si marcharme o seguirte, quedarme o dejarte ir Reconsiderar todos mis planes Y dejarme vencer ¿Acaso madurar no es otra cosa que dejarse vencer?
Quisiera saber si marcharme es realmente una opción o tan solo una forma huir.”