El cielo infinito contempla el despertar de una nueva era, aquella en que todo lo bello renacerá para no morir.
Jamás pude imaginar que vería el fin de los tiempos; hoy ya no hay dolor, pena o maldad...
Tan sólo siento la calma que asola la ciudad donde nadie habita ya... y en mi corazón, la nostalgia recuerda viejos tiempos...
No... esto no es real... es una visión o tan sólo un sueño. Esta calma no es tranquilidad, sólo hedor a muerte hay...
Hoy, las estrellas son la única luz que alumbra mis miedos. Sé que ya no hay nada a lo que temer, porque todo ha muerto. Señor... si es tu voluntad, mándame al mismo infierno.
No... esto no es real... es una visión o tan sólo un sueño. Esta calma no es tranqulidad, sólo hedor a muerte hay...