Soy un porteño nacido en el barrio que se cuadre, niño bien, medio compadre, sobrador y consentido. Tengo fama de aburrido y ando galgueando la guita, pero guardo la infinita nobleza del ser humano, si canto con “Mano a Mano”, lloro con “La cumparsita".
Me hice una ley: ser derecho en la mala y en la buena, silbo y desato una pena que se hizo nudo en mi pecho. Guardo en el alma el acecho, una pasión sin medida, y sé jugarme la vida por un naipe y una dama, si me habrán dejao de cama naipes, paicas y bebidas.
Me templé en los bodegones sacando lustre al estaño, vi hacer callo al desengaño en corazón de varones. Pianto de los metejones que traen al amor fulero, pero soy bueno y sincero cuando el amor me echa garra. ¡Yo soy como la guitarra, canto y lloro cuando quiero!