En palabras simples y comunes, yo te extraño. En lenguaje terrenal, mi vida eres tú. En total simplicidad, sería yo te amo. Y en un trozo de poesía tu serás mi luz, mi bien, el espacio donde me alimento de tu piel que es bondad. La fuerza que me mueve dentro para recomenzar, y en tu cuerpo encontrar la paz.
Si la vida me permite al lado tuyo crecerán mis ilusiones no lo dudo, Y si la vida la perdiera en un instante, que me llene de ti, para amar después de amarte, vida.
No tengas miedos ni dudas, (que este amor es demasiado bueno) que tú serás mi mujer (yo te pertenezco todo, entero) Mira mi pecho, lo dejo abierto, Para que vivas en él.
Para tu tranquilidad, me tienes en tus manos. Para mi debilidad, la única eres tú. Al final tan solo sé que siempre te he esperado. Y que llegas a mi vida, y tú me das la luz, el bien. Ese mundo donde tus palabras hacen su voluntad. La magia de este sentimiento, que es tan fuerte y total. Y tus ojos que son mi paz.
Si la vida me permite, al lado tuyo crecerán mis ilusiones, no lo dudo, Y si la vida la perdiera en un instante, que me llene de ti. Para amar después de amarte, vida.