Echémonos a un lado, dejémosle pasar, caminos secuestrados por no querer frenar. Tus luces nos deslumbran, ¿pretendes asustar? ¿O más bien dejar claro que el primero has de llegar?
¡Ey, echémonos a un lado!
Aquí estamos parados, normal, somos cantidad, y tú a golpe de claxon lo quieres solucionar. Echas más humo que tu carro, sordos nos vas a dejar, si esto tanto te quema es que algo tiene que cambiar.
¡Ey. aquí estamos parados!
En la calma... está la fuerza. Escucha estas palabras que nos regaló un colega. En la calma... está la fuerza, una gran lección de un sabio colega.
Un buen rato esperando, cansado de ceder. Todos miran a otro lado y aceleran a la vez. Se ve que ser amable no fue tu prioridad, y a base de ladridos se perdió la dignidad.