Cuan falso fue tu amor me has engañado, el sentimiento aquel era fingido. Sólo siento, mujer, haber creído que eras tú el ángel que yo había soñado
Sólo siento el haberte prodigado mi amante corazón triste y herido. Y lo has herido tú y hasta has vendido por vil metal tu corazón ajado.
Con que te vendes, eh noticia grata. No creas que te odio y te desprecio. Y aunque tengo poco oro y poca plata, y en materia de compras soy un necio, espero que te pongas más barata, sé que algún día bajarás de precio.