"Es una abdicación. Nadie quiere ofreceros nada que corra el riesgo de no gustaros. Así se mata la innovación, la originalidad, la creatividad, la rebelión.
Todo el resto, es una consecuencia de lo anterior. Nuestras existencias clonadas… nuestro sonámbulo embotamiento… El aislamiento de las personas… La fealdad del universo anestesiada…
No, no se trata de una reunión cualquiera. Es el fin del mundo en marcha. No se puede obedecer y transformar el mundo al mismo tiempo. Un día, en las escuelas se estudiará de qué modo la democracia se autodestruyó.
Sois el producto de una época. No. Echarle la culpa a la época es demasiado fácil. Sois productos. Y punto. Ya que a la globalización no le interesaban las personas, teníais que convertiros en productos para que la sociedad se interesase por vosotros.
El capitalismo convierte a las personas en yogures con fecha de caducidad, drogadas a base de espectáculo.
No vivimos. Estamos en un lugar distinto del sitio en donde nos encontramos. Quizás no estemos muertos, pero tampoco puede decirse que estemos vivos. Sería interesante calcular cuantas horas diarias pasamos así, fuera del instante que estamos viviendo. En otra parte distinta de aquella en la que nos encontramos.
El hombre sigue huyendo de su angustia a través de la diversión. Sólo que la diversión se ha vuelto algo tan omnipresente que ha reemplazado a Dios. ¿Cómo huir de la diversión? Enfrentándonos con la angustia.
Os prohíbo que os aburráis. Os impido pensar. El terrorismo de la novedad me sirve para vender vacío. Yo decreto lo que es Auténtico,yo decreto lo que es Hermoso, yo decreto lo que está Bien."