La historia que voy a contar Es una historia muy particular. La vida de una jóven niña Que vivía encarcelá.
Prisionera de su marido, Prisionera de sus deseos. Prisionera en su propia casa, Prisionera en un barco hundío.
Princesita la llamaban por la calle. Dulce, tierna y por dentro una salvaje. Princesita enamorada de un cobarde, Que pega y daña un corazón que arde.
Quiso durante mucho tiempo librarse de las cadenas, Que le ataban a una vida que más que vida era una condena. Pero un niño que había por medio le hizo pensar de nuevo En destruir un mundo que había creado con ello.
Princesita la llamaban por la calle. Dulce, tierna y por dentro una salvaje. Princesita enamorada de un cobarde, Que pega y daña un corazón que arde.
Princesita la llamaban por la calle. Dulce, tierna y por dentro una salvaje. Princesita enamorada de un cobarde, Que pega y daña un corazón que arde.
Enamorada de un hombre que le hace vivir una vida llena de llanto, Una pesadilla sin fin. Y así no quiere seguir, no quiere vivir así.
Un día se armó de valor, Olvidó que existía el miedo. Que no la pegarían más, que tiene un corazón de hierro. Que no le teme a ese hombre al que juró por dios amarle.
Princesita la llamaban por la calle. Dulce, tierna y por dentro una salvaje. Princesita enamorada de un cobarde, Que pega y daña un corazón que arde.