De pecho en monte... ¡Eh! De boca en rabia... ¡Eh! De hombre a hombre... ¡Eh! ¡Por ti!
Era un hombre con un sueño que empezaba con el día Nadie le regaló nada más que el lastre de una vida Se labró con su pasado un futuro de cenizas y su alma fue alimentada por la rabia contra los que obligan Era un hombre sin fronteras, solo tierra y cordilleras que por patria y por bandera tuvo un huerto y una alberca Y un vecino falto en sienes que le empujó a defenderse Esto es mío, tú lo sabes. ¡Tanto tienes, tanto vales!
CH. Que sí Lo quiero todo para mí Lo tuyo es mío ahora Si abres la boca te juro que no verás el sol salir No pararé hasta conseguir que apenas te quede nada solo una tumba gris
De pecho en sangre... ¡Eh! De sangre en charco... ¡Eh! De muerto a muerto... ¡Eh! ¿Por qué?
Sentado sobre los muertos que se han callado en dos meses beso zapatos vacíos y empuño rabiosamente la mano del corazón y el alma que lo sostienes Aquí estoy para vivir mientras el alma me suene y aquí estoy para morir cuando la hora me llegue En los veneros del pueblo desde ahora y desde siempre varios tragos es la vida y un solo trago la muerte
Y aquel hombre sin fronteras ya no teme, solo espera que la suerte y el destino le revelen un camino Pero el viento no le habla y la tierra está mojada con la sangre del tirano que hace tiempo fue su hermano
¡Que sí! No tengo miedo a resistir en las trincheras de la vida cuando el día se vacía y se tiñe de carmesí Yo te maté pa no morir Que yo te quité la vida cuando el día aun decidía a las flores tener raíz No tengo miedo a resistir en las trincheras de la vida cuando el día se vacía y se tiñe de carmesí Yo te maté pa no morir Que yo te quité la vida cuando viniste a por mí.